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“Los latinoamericanos son más felices de lo que es estadísticamente normal teniendo en cuenta la riqueza de sus países”
Eso es lo que hizo el español Alejandro Cencerrado durante 20 años, preocupado por su propia felicidad al principio, pero luego estudiando ese sentimiento como analista en el Instituto de la Felicidad de Copenhague, en Dinamarca.
Con la formación metodológica que le dio una licenciatura en Física, comenzó a categorizar la felicidad de cada uno de sus días en una escala del 0 al 10, con intervalos dentro de ese puntaje que le permitieran medir de mejor forma su estado anímico.
A partir de esa experiencia, y del estudio del tema de la felicidad a lo largo de los años, escribió el libro “En defensa de la infelicidad” (Destino, 2022), en el que destaca las virtudes de los sentimientos negativos y habla sobre la importancia de la autoestima en nuestro día a día.
Vivimos entrometidos en un mundo en el que solo vemos la foto del mejor momento de ese viaje, del mejor momento de esa fiesta. Y esto afecta mucho a los mayores, pero sobre todo a los jóvenes, que piensan que son los únicos que se ven mal en el espejo, los únicos que se sienten solos de vez en cuando, y no es así.
Es muy importante que como sociedad presionemos en la dirección contraria a la que están presionando las redes sociales y hagamos ver a los jóvenes que el resto estamos exactamente igual de perdidos.